¿Cómo se puede empoderar realmente a las personas afectadas mediante el reconocimiento de su conocimiento situado?

Cada uno de los seres humanos lleva su propio poder, lo que ha pasado es que, desde la invasión española, el despojo de nuestros saberes es un elemento que debemos considerar.

Traemos aquí un claro ejemplo hablando de la menstruación: el cuidado de las niñas antes era desde la vida y honra, ahora es desde el miedo, la culpa, el dolor y castigo.  Es importante recuperar los saberes ancestrales que liberan y conectan con la vida.  Los pueblos tuvieron el cuidado de las personas, pero con la invasión, algunos saberes se tergiversaron y se volvieron agresivos, pues se tenían que defender de la vergüenza y la muerte.  

Hay un reconocimiento desde nuestros saberes que nos dan valor y fuerza. Por ejemplo, las energías de los nahuales, cada ser al nacer tiene una misión en esta vida y no se separa. No es como el que es mujer tiene estos roles o el que es hombre solo debe hacer ciertos trabajos, sino va más allá; desde la cosmovisión maya cada ser lleva su propio don, no importando su género, y es ahí donde nace la fuerza y poder de cada ser.

Es importante para mí volver a esa esencia de ¿quién soy?, guiándome de mi día o nahual de nacimiento, porque ahí marca también mi misión y mi reto en la vida.  Pongo otro ejemplo, partiendo desde algo más colectivo para ver las fuerzas y el poder; en las comunidades, algunas familias las reconocen y las nombran por el trabajo o el rol que construyen en las comunidades: la familia de los que hacen o trabajan el barro, la familia de los que hacen arte (Chimb’al ex qa ti b’ixan) o las familias que escriben. Según estudios antropológicos, se han encontrado en vasijas, murales y estelas referencias de familias escribanas, algo que poco se recupera de esa gran sabiduría de los ancestros mayas, y eso da fuerza e identidad, reconocer quiénes somos y de dónde venimos.

El reconocimiento del conocimiento situado debe partir desde cómo, también, las organizaciones de solidaridad se replanteen o cuestionen ¿cómo ellos proponen cambios?, es importante cuestionarse el conocimiento sobre el mundo y cómo el mundo y las organizaciones de solidaridad lo ven para que haya equilibrio; para construir formas de relacionamiento desde la horizontalidad y reconocimiento mutuo que signifiquen una transformación real.

Tomar en cuenta la visión de las organizaciones y los pueblos con quienes se trabaja nos abrirá una mirada más amplia y una manera de ir integrando todos los conocimientos para una mejor ruta de trabajo; pues los pueblos ponen al centro la vida, los pueblos originarios ven la vida como un espiral y no de forma lineal, la concepción de la vida inicia desde el centro y va expandiéndose. Por ello es importante escuchar y reflexionar desde ambas vías y llegar a acuerdos que puedan contribuir al fortalecimiento, tanto de las organizaciones de solidaridad y los colectivos con quienes se trabaja teniendo apertura a las miradas y concepciones de la vida.

Darles el poder a las distintas sabidurías que se han transmitido de generación en generación a través de la oralidad que ha sido una estrategia y forma de resistencia de los pueblos para trasladar y mantener sus conocimientos.

Una manera de entrar en armonía con todo este proceso y trabajo es el des-aprender, muchas veces hay que des-aprender los conocimientos académicos para volver a aprender los conocimientos ancestrales. El desapego de la comunidad a la ciudad, de alguna manera también nos desconecta de la plena conexión con nuestros saberes.  

La construcción de una vida desde el equilibrio es un proceso de aprender y desaprender constantemente.

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