Descolonizar las metodologías

La metodología de trabajo elaborada por Actoras de Cambio es fruto de búsquedas personales, que encontraron eco en búsquedas colectivas históricas.  Liduvina Méndez y Sara Álvarez, aportaron el arte de vincular los puntos de encuentro provenientes de la cosmovisión maya, otros saberes ancestrales de pueblos originarios, feminismos, terapias alternativas y la recuperación de la memoria histórica desde las vivencias de las mujeres mayas, inmersa en la lectura crítica de la historia de Guatemala.  Al final, esta memoria histórica desde las mujeres recuperada y resignificada se convierte en un espacio legítimo de teorización y politización, en búsqueda de la construcción de caminos que realmente signifiquen reparación para las mujeres, sobre todo para las mujeres mayas.

Liduvina Méndez a su vez reconoce al Grupo Guatemalteco de Mujeres (GGM) y la Asociación de Mujeres Tierra Viva en sus esfuerzos a finales de los años ochenta y principios de la década de los noventa, ya que fueron pioneras en métodos destinados a fortalecer a las mujeres, rompiendo la indefensión aprendida, la interiorización de la subordinación, así como las feminidades hegemónicas reproductoras del machismo.  Ellas tenían la certeza que, desde los feminismos, encontrarían rutas y procesos para prevenir y erradicar las violencias machistas y sanar sus consecuencias y efectos. (Liduvina Méndez, 2020: 08).

Reconoce también los impactos extensivos de los encuentros feministas centroamericanos y feministas del mundo, quienes bajo el lema de lo personal es político pusieron en marcha los procesos de autoconciencia.  Nombra a otras terapeutas mexicanas que compartieron terapias energéticas, la psicología budista, la psicología transpersonal y la psicología corporal emocional.  Además, a la Asociación Maya Saq´be y la Asociación de Mujeres Mayas Kaqla, quienes desde los años noventa hicieron aportes desde la cosmovisión maya para la deconstrucción de los efectos y consecuencias del racismo, sobre todo en las vidas de las mujeres mayas y mestizas.

Lo que estos saberes tienen en común es el cuestionamiento de la jerarquización de unos conocimientos sobre otros, la fragmentación de la existencia que niega toda experiencia que no provenga de la razón, la versión oficial de la historia, y la provisión de un espacio seguro en el que es posible nombrar el racismo, misoginia, antropocentrismo, adulto centrismo y los mecanismos colonizadores que despojan saberes y alienan los cuerpos.  Pero para que este espacio pudiera surgir, también era necesaria la ubicación de las relaciones de poder, otro aporte de los feminismos.

Si todos estos saberes hablan de la integralidad, horizontalidad y la conexión del universo en un plano en el que lo que se coloca al centro es su energía sanadora, creadora, y vital que se refleja en todo lo que existe incluyendo nuestros cuerpos, ¿Cuál es el lugar idóneo del equipo de Actoras que coloca al centro esta energía vital?; nuestro lugar entonces lo reconocemos desde la facilitación de la danza del retorno y conexión, esto para describir el estar atentas a orientar desde el diseño metodológico y desde el acompañamiento, los movimientos energéticos que permitan a cada mujer a regresar a sí mismas, a sus propios saberes, a sus propias potencias y habilidades para sanar, y de esta manera, conectar estas sabidurías personales con las colectivas; esto al final se concreta en un movimiento político de transformación en territorios específicos, espacios organizativos y espacios educativos.  Nuestro lugar entonces no es el centro, es ser parte del tejido colectivo. 

Consideramos además, los idiomas mayas como ventanas que permiten comunicar mundos, el que parte del equipo sean mujeres mayas ha implicado que los procesos sean más rápidos, porque los espacios de sanación se están comunicando con significados y sentires del mundo que son comunes; así también las acciones que son construidas desde estos espacios se ubican públicamente en esos idiomas, así se ha logrado honrar la riqueza de estos significados cosmogónicos, vinculando a la sociedad en general, porque estos saberes  promueven el sostenimiento de la vida y representarán el camino de salvación de la extinción humana.

Documento consultado:

Liduvina Méndez (2020), Mujeres sanando y transformando sus vidas. Cuaderno metodológico para acompañar a sobrevivientes de violencia sexual, Guatemala: Colectiva Actoras de Cambio.

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