Festivales Nacionales por la Memoria
Estos festivales Nacionales tienen el objetivo de celebrar las posibilidades de sanación y transformación social que las sobrevivientes han construido a partir de su encuentro con otras y consigo mismas. Aportar a través del arte, la conexión energética y la palabra, la Memoria de las causas y consecuencias de la violación sexual y la guerra en sus vidas, pero también la fuerza que han tenido para sanar y transformar sus comunidades para que estos crímenes no se repitan.
I Festival Nacional por la Memoria “Mujeres y Guerra”, SOBREVIVÍ, ESTOY AQUÍ ESTOY VIVA
El primer festival nacional realizado en Huehuetenango, del 25 al 28 de noviembre de 2008 se caracterizó por ser el primer espacio público creado para brindar a las sobrevivientes la fuerza, contención y seguridad para romper el silencio públicamente alrededor de la violencia sexual que sufrieron en la guerra. Este festival se centró en reconocer que la violación sexual no fue un daño colateral de la guerra, sino una estrategia contrainsurgente sistemática dirigida a torturar, aniquilar y masacrar a mujeres y masivamente a mujeres mayas como parte de la política genocida implantada desde finales de los años setenta. El lema reflejaba el momento en el que las sobrevivientes estaban: “Porque a pesar de haber experimentado en carne propia la crueldad humana, vivido un dolor profundo, y estar todavía desatando las huellas dejadas por la Violación sexual en nuestro cuerpo y vidas, celebramos hoy el hecho de que sobrevivimos, estamos aquí y estamos vivas implantada desde finales de los años setenta por el Estado de Guatemala”.
II Festival Nacional por la Memoria “YO SOY LA VOZ DE LA MEMORIA Y CUERPO DE LA LIBERTAD”
El II Festival nacional por la memoria realizado en Chimaltenango del 25 al 27 de febrero, se caracterizó por otro momento importante en el proceso de las sobrevivientes, la vergüenza y el miedo de hablar ya no existía. Se sentían fuertes y “grandes”. Se sentían orgullosas de sí mismas, valorando todas las experiencias de la vida que les habían forjado, así como los poderes ancestrales que llevaban con ellas. Habían recuperado las ganas de reír, de sentir y de vivir. Estaban convencidas de la necesidad de romper el silencio en torno a la violación sexual en sus propias comunidades para crear espacios de apoyo a otras mujeres, de sanción social hacia los agresores y, sobre todo, para que estos crímenes no sigan sucediendo ni a sus hijas ni a sus nietas. Ya no necesitaban que ninguna institución del estado las “reparara”. Los procesos de sanación, autoconciencia y autoafirmación que llevaron juntas les permitió dignificarse y repararse a sí mismas. Quisimos transmitir el mensaje de que está en nuestras manos recuperar nuestra historia y sanar nuestra memoria corporal como mujeres, con el fin de construir el bienestar y libertad para nosotras y erradicar la violación sexual de nuestros territorios.
III Festival Nacional por la Memoria, Voz y Libertad MUJERES SANANDO LA VIDA
Este Festival realizado en Nebaj Quiché, del 27 al 29 de noviembre de 2015, se centró en el reconocimiento y agradecimiento de los caminos abiertos por las sobrevivientes al romper el silencio y aportar a la sociedad un referente de fuerza, amor y libertad para las mujeres. También celebramos a través de la palabra, la danza, el teatro, la música, la pintura y la conexión energética las maneras que colectivamente estamos creando para sanar la vida y crear maneras de relacionamiento basadas en la libertad, justicia, respeto, para las mujeres, la humanidad y todo lo que existe.
IV Festival por la Memoria, la Voz y la Libertad de las Mujeres ¡Abramos el corazón para despertar la conciencia!
Este festival se realizó 8, 9 y 10 de noviembre 2018 en la ciudad de Guatemala. Este festival honraremos la vida de mujeres y recogimos los frutos de las semillas que hemos sembrado durante catorce años. Mostramos el camino desde la reafirmación de la posibilidad de seguir co-creando a partir de sanar y para lograrlo es necesita estar conscientes para abrir el corazón, la mente y el cuerpo. En este festival se presentaron las obras de teatro de los grupos de mujeres mam, ixil y k’iche’, y chuj. Fueron tres días para homenajear a nuestras ancestras y compartir nuestras reflexiones entre todas sobre las herramientas de sanación y nuestro camino por la autonomía. Celebramos la vida, la memoria, la libertad y la voz de las mujeres. Honramos a nuestras ancestras, agradecimos su valentía y abrirnos el camino hacia la libertad.
Festivales comunitarios
A partir de la experiencia adquirida en los festivales nacionales, las redes de mujeres chuj y mam decidieron romper el silencio en torno a la violación sexual sufrida durante la guerra en sus propias comunidades y empezar a construir así en sus territorios, las condiciones de no repetición. A través de estos festivales comunitarios realizados, las sobrevivientes se ubican como referentes en sus comunidades, autoridades legítimas para hablar de la necesidad del involucramiento social para la erradicación de estos crímenes a nivel comunitario así como sancionar públicamente este crimen a favor de la dignidad de las mujeres.